Toda la introducción de el libro

                                                        Introducción

                                           

Una niña de pelo negro, me observa cuando miro por la ventana. La niña tiene pinta misteriosa: un flequillo que le tapa los ojos, una forma de andar silenciosa y ¡una mirada triste que me observa a mi!

    Bajo para ver que le pasa, pero cuando abro la puerta y me acerco a ella a medio metro de distancia, se va corriendo. Me pregunto cuantos años tendrá, creo que entre 10 y 12.

   Viene mi mejor amiga Jennifer, me saluda:

-Hola sarah, ¿que pasa?

Claro que ella iba ver que estaba preocupada con solo verme la cara, a sí que contesto:

-Vi a una niña que me observaba triste, me acerque a ella para ver lo que le pasaba, pero…

Ella ve que no digo nada después del pero a sí que dice:

-Pero ¿que?

Tardo en contestar, al cabo de 4 minutos contesto:

-Huyo de mí.

Jennifer se queda conmigo pensativa.

    Se ha echo el alba y tengo que cuidar a mis dos hermanas, porque mi madre y mi padre murieron hace 2 años, aunque aun lo recuerdo como si fuera ayer, a si que le digo:

-Me tengo que ir, ¡hasta mañana!

Me dice adiós pero muy rápido porque ¡todavía sigue pensando en eso!

    Estoy en camino a casa, llego, abro la puerta llamo a mis hermanas, pero ni Lauren la de 9 años ni Reiven la de 3 años contestan, a sí que grito como una posesa:

-¡Lauren! ¡Reiven!

Lo grito mil veces, pero nada

      Salgo de la casa, voy a casa de la mejor amiga de Reiven, pero no están, busco en la casa de la mejor amiga de la otra, pero nada. Ni rastro de mis dos hermanas, me pongo a recordarlas: Reiven: que le pusieron el nombre por los ojos de adivina que tenia al nacer y su color castaño ceniza de pelo liso.

Lauren: Sus ojos parecen una mina de diamantes, su pelo es de color amarillo claro que le hace que parezcan aun más una mina de diamantes sus ojos, unas manos suaves que dan gusto tocarlas y un cuello muy exacto.

      Me pongo a llorar en la plaza del pueblo. Mientras lloro, veo otra vez a esa niña ¡aun más triste! Corro hacia ella para que no le de tiempo a huir, pero desaparece.

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Pienso que estoy soñando, pero me pellizco y no ¡cambia nada!

    Paro de llorar, me voy de camino otra vez a casa, se a echo de noche y veo a mi amiga que todavía sigue pensando, en el mismo sitio, que estábamos antes, la miro un instante y sigo con mi camino. Llego a casa, me intento dormir y al cabo de 2 horas lo consigo.

   Me despierto a las 8:30, me visto y me voy en busca de mis hermanas. Encuentro a mi hermana Lauren, esta traumatizada, llorando y tan triste que sus ojos dejan de parecer una mina de diamantes. Me acerco a Lauren, tiene heridas por todas partes, la miro detenidamente durante unos minutos y después le digo algo tristona:

-¿Que te pasa?

No me contesta verbalmente pero su cara me dice que no a si que le digo:

-¿Y Reiven donde esta?

Vuelve a mirarme aun más triste todavía, su cara me dice que algo va mal a si que le insisto:

-¿Donde esta?

Ella me contesta en flojo:

-No te lo puedo decir.

Porque no me lo puede decir ¿es que le habrá pasado algo malo?:

-¿Porque?

 -Eso tampoco te lo puedo decir.

Al final me rindo y le pregunto:

-¿Nos vamos a casa?

-¡No! Me quedo aquí.

-Es peligroso, ¡ven!

Ella se digna. Cuando estoy a punto de arrastrarla hacia casa, algo se la lleva, pero ¡No la consigo ver!

    Por segunda vez pierdo a Lauren. Me voy dirigida a mi casa con la esperanza de volver a verlas algún día.

    Estoy de camino a casa veo a Jennifer en el mismo sitio, pensando en lo mismo y con la pinta de no haberse movido de allí desde que hablamos: tiene unas ojeras tremenda-

mente grandes (claro si no ha dormido desde que hablamos). Me acerco a ella y le pregunto:

-¿Que haces aquí todavía?

Ella dice:

-Porque hasta que no tenga claro lo de esa niña. –se pone a mirarme fijamente- No me muevo ni un pelo.

-¿Por?

-Porque ayer vi como gritabas el nombre de tus hermanas.

-¿Y eso que tiene que ver? –lo digo a punto de llorar.

-Que supongo que esos chillidos significaban que han desaparecido ¿No?

-Si. -susurro- ¿Y?

-Creo que esa niña tiene algo que ver. –se pone a mirar al cielo- Yo también la he visto y mis padres han desaparecido.

-Lo siento.

-No te preocupes los encontraremos. -dice llorando

                                          

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-¡Oh! Jennifer nunca te havia visto llorar.

-Tranquila estoy bien. –me dice con una sonrisa falsa- ¿Me puedes dejar sola?

-Vale ¡Adiós!

-Adiós

Me voy, llego a casa como mi  comida favorita para animarme un poco, acabo de comer me hecho la siesta. Me levanto miro la hora son las 20:30 decido dar un paseo, cuándo abro la puerta para salir veo a esa niña, me estoy acercando a ella, me sorprendo al ver que no se va, la intento tocar, pero no me permite, le pregunto:

-¿Sabes donde están ellas no?

-Depende ¿Quienes?

-Mis hermanas.

-No se, pero me lo imagino.

-¿Donde te imaginas?

-Lo siento, pero no te lo voy a decir.

 La vuelvo a intentar tocar, me esquiva, y me dice:

-¡No me toques!

-¿Porque?

-Es peligroso.

-¡Como va a ser peligroso tocar a un humano!- me río.

-¡No ves que no soy humano!

Claro que no es humano como lo iba a ser si puede desaparecer cuando quiera, y apare-

cer también, estoy segura por que cuando la vi en la plaza del pueblo no le vi venir.
 Ella se va corriendo. Sigo con mi paseo, a mitad del paseo me encuentro con una conocida llamada Paula, me hace un gesto para saludarme, le imito el gesto y le digo:

-¡Hola!

-¡Hola! ¿Que tal?

-Bueno…

-¿Que pasa?

-Nada estoy bien.- le miento.

-¿A que son bonitas las vistas?

Claro que son bonitas, ay dos montañas, una esta repleta de flores, otra tiene árboles verdes, un rió y una casita con un tejado con césped encima, una chimenea, unas pa-

redes blancas, una puerta marrón, y dos ventanitas. En esa casa vive una anciana, de pequeñita iba a verla todos los días, jugábamos a el ajedrez, ella siempre me ganaba, me daba igual. Pero un día estaba llegando a su casa y me encontré con una araña de 2 me-

tros y me fui corriendo a mi casa y desde entonces no e vuelto a ir. Son realmente boni-

tas las vistas a si que le digo:

-Claro.

Me quedo a mirarlo un instante y le digo:

-Adiós.

-Adiós

Miro la hora 20:50, ¡Es tardísimo! Pero decido seguir paseando hasta acabar el paseo, en el paseo me encuentro con un amigo llamado Alex, me mira y me dice:

-¿Que haces aquí a estas horas?

-¿Tú?

-Te contesto si tú me contestas.

-Estoy de paseo.

-¿A estas horas?

-¡Oye! Me dijiste que si yo te respondía tu me respondías.

-A ese bar- me señala

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Ese bar se llama “Leismen”, el me mira y me dice:

-¿Por que paseas tan tarde?

-No se ¿Puedo ir al bar con tigo?

-Si ¿Pero no deberías ir a tu casa para hacerle la cena a tus hermanas?

-Es que han desaparecido.- le lloro

-Tranquila, ¿Vamos ya?

Asiento. Cuando llegamos el me pregunta:

-¿Que quieres comer?

-Arroz tres delicias ¿Y tu?

-Lo mismo

Viene el camarero nos mira y Alex dice:

-Por fin, 2 arroces tres delicias.

Se va, y le digo a Alex:

-¿Por qué as pedido lo mismo que yo?

-Es que a mi también me apetecía.

-Pero si a ti no te gusta el arroz.

-Ahora si.

Me quedo mirando sus ojos verdes, mientras nos hacen la comida, cuando la traen y la ponen en la mesa, empiezo a comer, acabo y cuando miro a Alex veo que no se ha comido nada cuando se percata de que le estoy mirando, empieza a comer con asco, me río y le digo:

-¿Seguro que te los quieres comer?

-Claro.

Pasa tiempo y no se ha comido casi, miro la hora 23:12, es tarde, a si que le digo:

-Me tengo que ir.

Me levanto pero sus manos me cogen, y me dice:

-No te vallas.

-Vale, me quedo un rato más.

Se queda cogiéndome de la mano para que no me valla, sonrió un poquito, y no se como consigo sonreír así con la desaparición de mis hermanas. Acaba de comer me levanta, pero no me suelta, me dice:

-¿Te acompaño a tu casa?

-Vale- me cuesta no sonrojarme mientras me coge de las manos-.¿Me sueltas?

-Bueno vale- me sonríe.

-Mañana ¿Me ayudas a buscar a mis hermanas?

-Sí.

-Gracias.

¡Que guapo esta a la luz de la luna! Su pelo castaño y rubio a la vez es super bonito, no como el mío castaño sencillo i punto, sus ojos verdes como los míos y moreno. Es muy guapo pero no lo llego amar, nunca lo llegué amar, estuve a poco de amarle. El año pasa-do en mi fiesta de 16 años, me fui de mi fiesta con el, estábamos hablando de lo que te- nia de bueno tener 16 años, pero de pronto cambiamos a un tema que me intereso mu- chísimo, mientras hablábamos, me despiste y estuve a punto de caerme por un precipi- cio, pero cuando mis pies no tocaban nada el me cogió y no me soltó asta que me lleva-ra al suelo, le sonreí y el se fue, estaba tenso, nervioso y asustado.

    Llegamos a mi casa y le digo hasta mañana y se va.

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Esta es toda la introducción os gusta¿?

Este es el principio y necesito ayuda para ponerle titulo al libro poned ideas plis!